
Con el alma llena de colores regreso, colores que representan valores, aprendizajes, fortalecimiento; colores en pinturas, en palabras, en miradas, en recuerdos. Colores perennes que abren puertas y caminos, que me impulsan a ser Yo.
Gracias Bali por dejarme vivir un sueño que no ha hecho más que comenzar, un sueño del que no hace falta despertar y que no es más que vivir y apreciar cada instante, cada respiración, cada gesto, cada abrazo, cada persona que está en tu vida; y agradecer con el corazón cada mañana que sale el sol, cada gota de lluvia, cada bendición. Agradecer incluso todos esos momentos de lucha, dolor, sufrimiento u oscuridad, porque gracias a esas vivencias, encontramos la fuerza y el valor necesario para superarlos, para superarnos; porque muchas veces es después de una gran caída cuando el resurgimiento es más rápido y fuerte. Porque esos momentos nos enseñan a apreciar tantos otros.

Nacer, vivir, respirar, sentir, todo es motivo de alegría. No permitas que la tristeza, la angustia, la desesperanza o el miedo se apoderen de tí. Todo en la vida tiene solución y Todo es posible. Déjate fluír por un camino de estrellas que te guiarán hacia tus sueños. Y haz que ese camino se convierta en la propia meta.
Terima kasih Bali! En mi corazón por siempre! ❤


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